jueves, 14 de noviembre de 2013

Condenaron a 25 años de prisión por "delitos de lesa humanidad en el marco del plan genocida"

Cinco ex integrantes del Ejército y de la Policía provincial fueron condenados este miércoles a 25 años de prisión al ser encontrados culpables de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, en tanto un ex comandante de Gendarmería y dos militares fueron sentenciados a 18 y 7 años de cárcel, respectivamente.

Las penas escalonadas a los ocho represores fueron aplicadas por el Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Formosa, en el marco del histórico juicio a militares y policías retirados que durante tres meses se llevó a cabo en esta ciudad.

Al término de los alegatos producidos por los querellantes, la fiscalía y la defensa, el tribunal -integrado por los jueces Manuel Moreira, Carlos Soda y Norma Lampugnani- pasó a deliberar en un cuarto intermedio que duró poco más de dos horas, y a las 20.10 el presidente del cuerpo colegiado dio lectura al veredicto del histórico proceso entablado a militares y policías retirados que fueron juzgados como autores materiales del secuestro, tortura y muerte de decenas de formoseños detenidos en la dictadura instaurada a partir del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

En todos los casos, el tribunal tipificó como de lesa humanidad a estos delitos que fueron consumados en el marco de un plan genocida.

CONDENADOS Y PENAS

Juan Carlos Camicha, ex suboficial del Ejército, quien durante la represión militar prestaba servicios en el Regimiento de Infantería de Monte 29, fue condenado a la pena de 25 años de cárcel como coautor de los delitos de asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad agravada en 74 hechos probados, tormentos agravados en 43 casos y tormento agravado seguido de muerte en 4 hechos.

La misma pena le correspondió al suboficial retirado de la Policía provincial José Medina, quien fue encontrado culpable de los delitos de asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad (11 hechos), tormento agravado (11 casos) y tormento agravado seguido de muerte en dos hechos.

Sergio Gil, también retirado de las filas de la Policía, recibió la misma sentencia de 25 años de cárcel, como coautor de los delitos de asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad agravada en 11 hechos, tormento agravado (11 casos) y tormento agravado seguido de muerte en dos circunstancias.
Luís González y Félix Oscar Romero, ambos policías retirados, recibieron idéntica condena y bajo la misma tipificación penal y número de casos probados. Los cuatro policías condenados a la máxima pena prevista por el Código Penal Argentino cumplían funciones en la Sección Cuatrerismo de la UEAR situada en el barrio San Antonio, donde funcionó uno de los centros clandestinos de detención descubiertos en Formosa.

Por su parte, el comandante retirado de Gendarmería Mario Osvaldo Sosa fue sentenciado a 18 años de prisión como coautor de los delitos de asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad agravada en 12 hechos, tormento agravado (12 casos) y tormento agravado seguido de muerte en tres hechos.

Asimismo, el médico Faustino Blanco Cabrera, quien durante la represión militar trabajó en el RIMte 29, fue condenado a 7 años de prisión al ser encontrado penalmente responsable de los delitos de asociación ilícita y partícipe necesario de tormento agravado.
El último sentenciado fue el militar retirado Ernesto Hugo Kishimoto, quien tras ser hallado culpable de los delitos de asociación ilícita y privación ilegítima de la libertad agravada en dos hechos recibió la pena de 7 años de prisión.

En los ocho casos el Tribunal fijó como accesorias de la pena inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer cargos públicos.

NUEVAS INVESTIGACIONES

El veredicto leído por el doctor Moreira dispuso además que se abran nuevas investigaciones tomando como base los numerosos testimonios escuchados durante el prolongado juicio oral y público. En tal sentido ordenó que se extraigan copias de diferentes testimonios a fin de establecer la posible participación o responsabilidad penal en hechos relacionados con los delitos investigados del ex ministro de Gobierno Lorenzo Elvio Borrini, el ex juez Federal de Formosa, José Luís Vivas y la ex jefa de la Alcaidía de Mujeres, Dora Regenni.

Los fundamentos de la sentencia serán leídos en una audiencia que fue fijada para el día 6 de diciembre de ese año a las 8 horas en la sede del Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Formosa.

Cuando finalizó la lectura el público presente expresó su conformidad con un cerrado aplauso y miembros de la agrupación H.I.J.O.S. corearon canciones contra la represión militar.

Durante toda la audiencia un imponente cordón humano conformado por oficiales del Servicio Penitenciaron Federal fuertemente armados con pistolas y escudos, custodió y protegió a los ocho ex militares que sentados en sus asientos escucharon la sentencia leída por el presidente del Tribunal.

Al término de la audiencia, el abogado querellante y víctima de la represión militar, Pedro Velásquez Ibarra expresó su conformidad con los alcances de la sentencia y ponderó el comportamiento que tuvieron los integrantes del Tribunal, calificándolos de ?idóneos? que trataron con mucho respeto a las víctimas y familiares de la dictadura y supieron poner límites a los excesos de las partes.

No obstante dijo que lo apropiado hubiera sido que la condena sea a reclusión perpetua por el delito de homicidio tríplemente agravado, pero explicó que a partir del antecedente en el año 2009 de la sentencia a 25 años de cárcel al ex gobernador Juan Carlos Colombo como organizador de toda la represión militar en Formosa, el tribunal estaba impedido de superar esta barrera punitiva y ahora no podía aplicar una pena superior.

Fuente:http://diariopinion.com.ar

domingo, 3 de noviembre de 2013

El servicio militar, una muerte impune y la amnesia colectiva.

Teotista Genes, a sus 69 años, se sentó frente al Tribunal Oral de Formosa a declarar como testigo en la causa “Camicha”, donde se juzgan delitos de lesa humanidad cometidos durante el terrorismo de estado en Formosa.

Desde hace 37 años busca junto a su familia justicia por el asesinato de su hermano Carlos Rolando Genes. “Caito”, como lo llamaban sus familiares y amigos fue asesinado en una celda del Regimiento 29 de Infantería de Monte de Formosa el 19 de septiembre de 1976, luego de un mes de torturas en manos de la patota asesina.

Había sido detenido el 20 de agosto de ese año. Caito concurría a la Escuela de Comercio de Formosa, de la cual era escolta de la bandera. Militares de uniforme lo sacaron de su aula y se lo llevaron. Luego se supo que la causa fue por una foto en una fiesta donde bailó aparentemente con Mirta Insfran, una militante detenida-desaparecida.

Teotista contó que ella trabajaba como administrativa en la Casa de Gobierno. Al ser avisada de la detención habló con su jefe, el hoy tte. Cnel. Pedranzini, quien se encuentra procesado por apropiación de bebes en esa época, recibiendo por única respuesta “se está investigando. Luego de unos días fue recibida en el regimiento por los represores Spada, Camicha, Alturria y Plechot, quienes le entregaron ropa del soldado que estaba ensangrentada. La comida que le llevó simplemente la tiraron delante de ella.

El 19 de septiembre, caen a la casa de Caito militares en un Unimog y la llevan con malos modos al regimiento, donde le notifican que se había suicidado, ahorcándose con una camisa a los barrotes de una ventana cuya altura “no daba”. Luego comenzó el peregrinaje por el regimiento para que le entreguen el cuerpo de su hermano alli y en el hospital. Cuando se lo entregaron constató que tenía rota la cara, hematomas en todo el cuerpo y una herida enorme infectada en la espalda. Comenzaron entonces los seguimientos a la familia e inclusive el allanamiento a la Parroquia San Luis Rey donde ella y su familia concurrían.

Luego, en 1982, otro hermano, Ramón Gumersindo Acosta, tìo de Caito quien era suboficial de la Gendarmería Nacional fue enviado a Malvinas. Allí cayó combatiendo. Hoy, lo recuerda una calle y una plaza de la ciudad de Formosa. Por el soldado del “escuadrón perdido”, Carlos Rolando Genes, la familia nunca recibió un resarcimiento y mucho menos un pedido de perdón del Ejercito Argentino por la muerte de un ciudadano bajo bandera que ellos tenían la obligación de cuidar.

Teostista contó que Caito escribió en su celda, en la pared “te quiero mamá”, al igual que en su pantalón con birome. En esa época los conocidos de la ciudad de Formosa se cruzaban de vereda para no saludarla. Su padre murió en 1983. Su madre hace tres años, con la tristeza de la falta de justicia.

Carlos Rolando Genes, el soldado del "Escuadron" Perdido que denunció el Capitan Dandrea Mohr en su libro con el mismo nombre.